sábado, 11 de octubre de 2014

La puerta del desierto

Ica, 11 de octubre de 2014

Aunque según mi amiga Diana, que lleva ya en Chile un año, comer en mercados es "Pera" y a ella le sienta genial, no puedo compartir su idea. A las tres y media de la mañana me levanté con un apretón y consecuente accidente. Vamos que me iba por la patilla, pero nada de lo que preocuparse. De hecho lo peor fue salir de la cama e ir al baño que estaba al aire libre fuera de la habitación.

A las 7 de la mañana estábamos en pie para coger una de las primeras embarcaciones que salieran para Isla Ballestas. Antes desayunamos en un puesto un café con leche que aquí llaman "colado" aunque básicamente era leche con un mínimo de café. 



Isla Ballestas se encuentra a 30 minutos en lancha de la península de Paracas y en ella se pueden observar pingüinos, toda clase de aves y los famosos leones marinos. La excursión dura dos horas y cuesta 25 soles más otros 10 de entrada al parque y 2 de ingreso al embarcadero. Es muy recomendable hacerla.


La lancha va rápido y el viento hace que la sensación térmica sea baja, por lo que una chaqueta no está de más. La primera parada es El Candelabro, una figura de 177 metros labrada sobre una de las montañas de la península y que es visible desde el mar. Al parecer el viento no erosiona la figura porque la brisa no llega a esa ladera. 




Hay varias teorías sobre el candelabro, la primera es que es un dibujo hecho por la Cultura Paracas, también anterior a los Inkas. Representaría una especie de cactus llamada San Pedro, que los chamanes usaban como psicotrópico para hablar con sus ancestros y dioses. Otra de las teorías dice que la figura data del 1800 y que fue hecha por los piratas de la zona para orientarse, ya que señala el norte y el sur.



Desde allí ya pusimos rumbo a Isla Ballestas. Cuando ya estábamos cerca, comenzamos a oler el guano, que básicamente es el excremento de los pájaros que habitan en la isla y que es un poderoso fertilizante. Tanto es así que durante el siglo XIX y principios del XX el guano fue una rica industria para Perú que lo exportaba a los países europeos, creando incluso una sociedad encargada de su explotación. En la actualidad el guano ha sido sustituido por fertilizantes artificiales, pero la sociedad del guano sigue existiendo y recogen el Guano cada 8 años para su venta.



La isla es un peñón con varios arcos y cavidades hechos por el mar donde habitan miles de pájaros y los famosos leones marinos. Las posibilidades de que un pájaro te obsequie con su guano son muy elevadas, y de hecho varios turistas que iban con nosotros en la barca se fueron con un recuerdo gratuito de Isla Ballestas.



Junto a los cormoranes, cangrejos y los zarcillos se encontraban los leones marinos plácidamente tumbados en las rocas al sol. Habría varios cientos de ellos, incluso algunas crías. Lo mejor de la vuelta a Isla Ballestas fue la cercanía con la que pudimos observar a estos animales que no se sentían intimidados por nuestra presencia y nos miraban con indiferencia. Estarán acostumbrados a las visitas diarias de los humanos.



También pudimos ver varios pingüinos en la costa, un grupo de ellos se tiraron al agua para pescar. El mar de Isla Ballestas es muy verde debido a la gran cantidad de plancton que hay en su fondo. Esto hace que haya suficiente alimento para todas las aves y los leones marinos de la isla e incluso para nosotros. Muchos barcos pesqueros faenan cerca de Isla Ballestas. Al parecer Perú posee el 0,1% del mar del mundo en su costa pero abastece del 10% de la pesca al mundo.

A las 10 estábamos de vuelta en Paracas y a las 11 salíamos para Huacachica, un oasis en medio del desierto a 6 km de Ica, la ciudad donde pasamos la noche. Huacachica es el único atractivo que tiene Ica y la verdad tampoco es excesivamente interesante.



Alrededor del oasis hay bares y agencias de viajes que ofrecen dos tours: uno por la mañana para ver como se hace el pisco y otro por la tarde que te adentra en el desierto con unos vehículos todoterreno llamados tubulares para hacer sandboard, es decir deslizarse por las dunas con unas tablas similares a las de snow. Ambos tours los ofrecen por 60 soles, pero preferimos coger sólo el tour del desierto por 40.

En Huacachica poco más hay que hacer... Se pueden alquilar embarcaciones a pedales para recorrer el lago que será un tercio del de El Retiro, pero no nos animamos. El agua es turbia y marrón y tampoco invita a bañarse. Aparte en las guías de viaje se advierte que está bastante sucia. Nosotros preferimos subir una gigante duna que se encuentra detrás del oasis. 




Tardamos algo más de media hora en subir y bajarla pero las vistas merecían la pena. La inmensidad del desierto a nuestros pies. Y nunca mejor dicho porque según bajábamos la duna los playeros de Javi dijeron hasta aquí después de 15 años y se les despegaron las suelas.



Tras la bajada estábamos totalmente embadurnados de arena, así que nos apañamos como pudimos y nos fuimos a comer mientras esperábamos a que saliese nuestro tour a las 16 de la tarde. El tour es una turistada total, pero tengo que decir que ha sido divertidísimo.

En la primera parte el vehículo ha recorrido parte del desierto subiendo y bajando dunas a gran velocidad, tanto que el vehículo va provisto de cinturones de seguridad específicos para que los turistas no salgamos despedidos en cualquiera de sus virajes. Es como una montaña rusa muy emocionante. Durante el trayecto que cada vez nos adentraba más en el desierto nos permitieron hacer un par de paradas para tomar fotografías.



La mejor parte vino después. Agarrar una tabla, tumbarte en ella mirando hacia abajo y deslizarte por las dunas es una experiencia genial. En total fueron 4 las bajadas y con la primera ya nos costó lanzarnos, pero es que cada cual era aún más alta que la anterior hasta llegar a la última que tendría fácilmente 100 metros. 

Veías a tus compañeros desaparecer entre las dunas y les veías medio minuto después abajo del todo en pequeño. Desde arriba daba mucha impresión pero una vez que saltabas sólo se disfrutaba de la velocidad. En cada bajada embadurnábamos la tabla de cera para coger aún más velocidad. Una gran experiencia que se puede hacer en pocos lugares del mundo.



El sol poco a poco fue desapareciendo entre las dunas y la noche se apoderaba de Huanachica. Nuestro buggie se quedó sin gasolina y parecía que el motor no respondía, algunas de las chicas que iban con nosotros decían que era parte del espectáculo, pero yo creo que el hombre no calculó la gasolina que tenía. 

La nota graciosa la puso una de las chicas de nacionalidad suiza cuando nos dijo que por qué en España pronunciábamos la c y la s de forma distinta al resto de Latinoamérica. Cuando le dije que ellos la pronunciaban mal y no nosotros me volvió a decir lo que ya me dijeron otros turistas en Kenia, que ella había oído que era porque teníamos un rey que tenía un problema de dicción y el resto de España empezó a hablar como él. Cuando le dije que no, que nosotros habíamos traído el castellano aquí, delante de mi se ofendió un mexicano y su novia porque decían que ellos hablaban bien... ¿Alguien por favor que sea español que pueda corroborar lo del rey? Yo nunca he oído esa historia y ya es la segunda vez por el mundo que me lo dicen...



A las 19 de la tarde llegamos a nuestro hostel en Ica y aprovechamos para ducharnos y quitarnos los kilos y kilos de arena que traíamos de las dunas. También compramos nuestros billetes para llegar a Nazca  al día siguiente y teníamos un recado más pendiente... La cámara de Javi se había bloqueado suponemos que por la entrada de arena y no funcionaba... La llevamos a una tienda a ver si podían arreglarla, pero no hubo suerte. El dios del viaje nos ha castigado y tendremos que confiar en la cámara de mi iPad y el iPhone el resto del viaje. Debería de reflexionar qué ha hecho para que en un día el dios del viaje destruya sus playeros y su cámara.

En el paseo nocturno para cenar y arreglar la cámara de Javi pudimos ver como Ica está dividido en gremios. La calle de los fotógrafos, de las tiendas de informática, de los peluqueros... Los negocios están agrupados por zonas. La ciudad no tiene mucho que ver, tan sólo un par de iglesias apuntaladas por el terremoto de 2007 y la Plaza de Armas que está totalmente remozada. 


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