Lima, 19 de octubre de 2014
Pese a habernos acostado a las 2 de la mañana, decidimos madrugar para disfrutar del poco tiempo que nos quedaba en Cuzco... Al fin y al cabo el último día no íbamos a holgazanear... a las 12,40 salía nuestro avión hacia Lima y a las 19 de la tarde el avión de Lima a Madrid. Poco nos quedaba ya por disfrutar y descubrir en La Ruta de los Incas, aunque la última mañana vino cargada de tensión.
Cuando nos levantamos no teníamos internet en el hostel.. pero bueno, tampoco era de extrañar, aquí las conexiones de internet van y vienen y es difícil encontrar una conexión mínimamente rápida. Nos duchamos y salimos a desayunar, pero el comedor estaba sólo iluminado con velas, muy bonito pero poco práctico. El conserje nos contó lo que ocurría... por un mantenimiento en Hidroeléctrica, cerca de Aguas Calientes, toda la zona iba a estar sin electricidad hasta las 11 de la mañana. Ahí empezamos a tener sudores fríos... y el aeropuerto? Funcionaría? habría retrasos? Nuestro vuelo llegaba a Lima a las 14,50 y a las 18 de la tarde embarcábamos rumbo a España.
Efectivamente todo Cuzco estaba sin luz. Las tiendas no abrían y las que lo hacían eran auténticas cuevas en las que había que ir con linternas. Gracias a ello conseguí un buen precio en unos jerseys que compré. También nos ofrecieron visitar la Iglesia de Santa Catalina a mitad de su precio habitual ya que no había luz en el interior y no podía disfrutarse plenamente. Sin embargo, ni teníamos dinero ni podíamos sacar dinero en ningún cajero. Tampoco nuestros nervios eran los más adecuados al no saber si nuestro primer vuelo del día saldría en hora... Decidimos cambiar los pocos euros que teníamos a Soles para poder pagar el hostel y quedarnos con algo de suelto por si queríamos comer en el aeropuerto de Lima.